Tan antiguo como el hombre es la Aromaterapia.
Pero aún así en los años 1928 el químico Francés Rene Maurice Gattefossé acuño el término “Aromaterapia” cuando un día se produjo una quemadura en su laboratorio, y utilizo aceites esenciales de Lavanda para curarse; e inmediatamente sintió alivio. Entonces procedió a estudiar la propiedades terapéuticas con fines clínicos y descubrió que a través de la nariz y la piel se transportaban los beneficios de los aceites esenciales a otras partes de cuerpo.
Las técnicas claves de la aromaterapia son tres: tocar (con el masaje), oler (las esencias), sentir (el proceso completo) y el resultado no es mas que uno “curar”.
Al experimentar una Aromaterapia obtienes beneficios que se ven reflejado en el cuerpo, pero también en el espíritu.
Cada esencia actúa de forma diferente; unas son energéticas, otras tonifican, algunas otras son calmantes. Existen muchos tipos de aceites esenciales con procedencia de muchos lugares distintos; el Jazmín de China, Lavanda de Francia, Bergamota de Marruecos, el Romero de la Cuenca Mediterránea.
Nuestra esencia de Lavanda. Fotografía www.danielaluzzatto.com |
En el antiguo Egipto se empleaban olores con fines religiosos, en china le otorgaban un efecto mágico o milagroso, lo mismo sucedía en India. En Grecia le otorgaban el poder de influir sobre los pensamientos, sentimientos y la salud. Más en la Roma Antigua la aromaterapia era considerada poder y seducción.
Hoy, en el mundo entero se conoce los efectos y beneficios que puedes conseguir utilizando la aromaterapia en masajes.
Y como decía Wang Wei quien fue un famoso poeta, músico, pintor y estadista, de la Dinastía Tang ( 800 a.C )… aquí les obsequio una de las tantas frases que se refieren a la aromaterapia.
Penetra en los perfumes de las flores y la naturaleza para encontrar la paz de la mente y la alegría de vivir.
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